La obra de Raimondi como botánico es una de las más prolíficas de todas las ciencias a las que estuvo dedicado. Sin duda se trata de una de las ramas de su preferencia, la que encontró en el territorio peruano el lugar más apropiado donde desarrollar estudios en este campo. La exuberante diversidad de la flora peruana descubierta por el sabio italiano hizo posible que el número de especimenes conservados en su herbario haya superado los veinte mil ejemplares; sumémosle a ello trescientas muestras correspondientes a frutos, cortezas, gomas, resinas y demás partes de la biología vegetal colectadas de plantas exóticas desconocidas para la ciencia de la época.
Esta faceta queda resaltada cuando en 1857 publicó su
tratado más importante sobre este reino: “Elementos de la Botánica aplicada
a la Medicina y a la Industria…”, edición auspiciada por la Escuela de
Medicina de Lima, institución que posteriormente dio origen a la Facultad de
San Fernando, órgano médico emblemático de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Cabe indicar que este libro fue dividido en dos partes: la
primera dedicada al estudio de la anatomía, fisiología y patología vegetal;
la segunda a la taxonomía y fitografía que organizan la clasificación y
descripción de las plantas. Su estudio sobre la geográfica botánica fue
publicado en la famosa “Geografía del Perú” de Paz Soldán.
“Elementos de la Botánica …” es una obra fundamental en la amplia
bibliografía de Raimondi debido a que en ella expone el contenido académico
de su cátedra como profesor responsable del curso Historia Natural de la
Escuela de Medicina de Lima. No en vano esta publicación fue dedicada a sus
discípulos con un doble propósito: facilitarles el estudio de las plantas
así como estimular en ellos el amor por la naturaleza.
Además del herbario conservado en la actualidad en el Museo de Historia
Natural de Javier Prado, su legado agrupa 300 acuarelas y alrededor de 200
dibujos a lápiz de hermosos ejemplares de flora nativa, los mismos que son
cautelados en distintas instituciones culturales, principalmente el Museo
Raimondi y el Archivo General de la Nación del Perú. En estas verdaderas
obras de arte, Raimondi demuestra su sensibilidad como naturalista al ser el
autor de mano propia en buena parte de estas ilustraciones.
Su aporte más emblemático en este campo fue el descubrimiento en el
departamento de Ancash de la más conspicua pero a la vez espectacular planta
de los andes, cuyo hallazgo describió de la siguiente manera: “En la
falda de los cerros, en la banda izquierda de la quebrada (de
Cashapampa), se observan, en un terreno casi desnudo de vegetación, unas
grandes matas con hojas espinosas en los bordes, en medio de las cuales se
levanta un gigantesco tallo cubierto en casi toda su longitud de apiñadas
espigas de flores” (El Perú, Tomo I: p. 295). Hoy en día esta planta es
ampliamente conocida en el mundo con el nombre de “Puya Raimondi”, como
justo homenaje a la memoria de su descubridor.
El trabajo de Raimondi acerca de la flora nacional dejó una gran influencia
entre los más prestigiosos investigadores que le sucedieron. Así, el alemán
Augusto Weberbauer, uno de los botánicos más importantes del Perú del S. XX,
le dedicó su más importante obra: "El Mundo Vegetal de los Andes Peruanos".
Copyright © 2024 - museoraimondi.org.pe
Av. La Fontana 755, La Molina. Lima 12 - Perú - T (+511)614-9700 F 614-9701 - webmaster@museoraimondi.org.pe